Hoy os voy a enseñar un truco muy sencillo para reparar las puntas abiertas. No hace milagros pero reestructura el cabello, alisa su cutícula y proporciona muy buena hidratación. ¿Cuál es nuestro aliado? El aceite de oliva.
La idea es muy simple y para antes de lavar el pelo. Se trata de echar un poco de aceite en la mano, frotarlas y aplicarlo en las puntas (más o menos de mitad de la melena para abajo y nunca el cuero cabelludo). Después dejaremos que actúe entre 20-30 minutos. Hay que dejar que penetre bien, y emplearlo como si fuera una mascarilla.
Una vez pasado el tiempo podremos lavarnos la cabeza como siempre, seguir el ritual que cada una tenga. Lo único a tener en cuenta es que, a lo mejor, hay que usar más champú, o repetir el enjabonado una vez más para que no quede el cabello graso.
Este proceso lo haríamos una vez a la semana y los resultados son notables.
Otra opción que os ofrezco es mezclar en vuestra mascarilla habitual un poco de aceite de oliva (unas gotas, no más de un chupito) sin duda, es otra buena idea y de la que seguramente se le saque mucho partido, aunque personalmente me satisface más mi primera sugerencia.
Finalmente, otros aceites, como por ejemplo el de argán, también son buenos aliados, pero si tenéis que comprarlo os sale más rentable el aceite de oliva, que es algo que en casa no suele faltar.
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